(Opinión)
Por: Leandro Bolano
Demoledor, fue el 3er lugar en el podio de
Sebastian Vettel para el esfuerzo mayúsculo que realizó Fernando Alonso, en
virtud de conseguir equilibrar la balanza de puntos con miras a la corona 2012.
Con esto, no digo que el alemán no merezca su resultado,
todo lo contrario. La capacidad del campeón reinante sigue en una traza superlativa y con el hambre de victoria que se
le nota en los ojos, siempre sediento de
más y más victorias.
La gran posibilidad de descontar por parte de Alonso, puntos más que importantes a Vettel orillando el final de la temporada, se
diluyó luego de los 55 giros de competencia..
La carrera de
Abu Dhabi, me sirvió como disparador para reflexionar sobre las posibilidades y
restricciones que a no mucho del final del torneo 2012, se le presentan al
español Fernando Alonso.
¿Qué mejor
oportunidad que tener a su rival más fuerte, largando desde el final de la
grilla?. Me pregunté, una vez oficializada la sanción a Vettel,
por no cumplir con las exigencias del reglamento en relación a la
cantidad de combustible que debía tener el monoplaza al llegar al parque cerrado,
luego de la clasificación.
Por otro lado
reflexioné, sobre la manera en que Red Bull había llegado al circuito “yas
Marina” en Abu Dhabi, por lo que hallé,
que no fue en ningún momento abrumador
el andar demostrado en los entrenamientos previos, ni en la clasificación,
contraponiendo lo hecho en las
últimas competencias.
La objetividad
me llevó a otro interrogante: ¿girar en una clasificación que no dominó y
obteniendo el 3er registro, Red Bull se había jugado una carta muy peligrosa intentando
no ser descubiertos?
Si bien, no
puedo demostrar si existió la intencionalidad, lo concreto es que caminar por
la cornisa, finalmente provocó que Vettel , debió largar desde el final del lote, en la
posición 24 y desde la salida de boxes.
Alonso, tuvo el
trabajo de ir en busca de puntos gordos y se las arregló una vez más, para ser
más rápido que su monoplaza. Largó desde la 6ta posición y no podía aspirar más
que a llegar a la punta de la competencia, para sumar lo máximo posible. Pero
quienes lo antecedieron se habían ganado el día anterior el derecho al respeto por conseguir estar por delante del
español, en otras palabras… fueron más rápidos que Alonso y con eso también debía
lidiar, en la estrategia para superarlos.
¿Quién tenía las
cosas más fáciles? ,¿Vettel, remontando posiciones desde el fondo? (donde en la
fórmula uno es posible), o: ¿Alonso? (que en su ímpetu por luchar hasta el
final, proponía ir a batallar mano a mano con los más rápidos), porque a decir
verdad, esa 6ta ubicación estaba más cerca del 10mo puesto que no otorga puntos,
que a los 25 que si recompensan al 1ro .
Alonso, utilizó
la experiencia y salió a buscar una ilusión, ya que tanto Hamilton en la
primera parte de la competencia y luego su heredero Kimi Raikkonen, no le permitieron aspirar a
concretar la victoria.
Mientras tanto,
Vettel seguía escalando, con problemas en su ala delantera y la rotura posterior de parte de su
piso, al chocar con un cartel de señalización. La superación al Francés Romain
Grosjean por fuera de los límites permitidos, que luego fue devuelta, pero
nunca juzgada ni observada y la frutilla del postre, la de hacer su segundo
pits stop, ayudado en la recuperación de un lugar en la fila india por la salida del Safety Car.
Paradigmáticamente,
lo que en teoría es extremadamente difícil (remontar desde el fondo con los obstáculos
y peligros), en definitiva Sebastian lo consiguió, ¿casualidad o causalidad?.
La práctica fue un campo donde lo hipotético, quedó tan al margen como el público en las
tribunas.
Alonso, no puede pelear contra el destino de
su oponente, donde el azar ya jugó de
los dos lados, de Ferrari y de Red Bull, de Fernando y de Sebastian , lo
previsto y lo imprevisto, transformando cada transmisión mundial, en un una película
de misterio, donde el final está a poco de develarse, en circunstancias donde
el campeón, tiene a la fortuna de su lado, mientras que al español solo le resta, ganar, sumar y esperar
que el destino le allane el camino al título.
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