@tbolano
Tazio Nuvolari |
El 27
de enero se cumplirán 70 años desde que el ejército soviético liberó a los
prisioneros del campo de concentración de Auschwitz (hoy Polonia) donde el régimen nazi comandado por Adolf Hitler ordenó la exterminación
sistemática de un millón trescientas mil personas. El piloto de automóviles de
nombre Tazio Nuvolari pudo desafiar el
poder del presidente alemán sin armas ni violencia… solo y a través del deporte.
En
ese contexto donde nadie ni nada podía atormentar al líder del Tercer Reich,
existó un hecho en 1935 en el cual se vulneró el poder del Führer (jefe o líder en
alemán) 10 años antes de la liberación de los prisioneros de Auschwitz.
Si bien
el primer campeonato de Fórmula Uno se concretó oficialmente en el año 1950 los
años que se antepusieron fueron de alguna manera los albores de la competición
mundial donde ya desde 1933 Adolf Hitler había puesto en marcha el
totalitarismo.
Cuenta
la historia que el 28 de Julio de 1935, se llevó a cabo la segunda fecha del
certamen europeo en el circuito de Nurburgring (Alemania). El líder nazi junto
su colaboradores se encontraban en el predio seguros de que los “Mercedes Benz”
o los “auto unión” de fabricación teutona serían los ganadores de la prueba
comandados por los pilotos nacionalistas.
Un
joven piloto italiano nacido en la localidad de Mantua (en la provincia de
Lombardía) de nombre Tazio
Nuvolari les arruinó el
festejo, ya que éste se quedó con la carrera y para más enojo de los presentes
lo hizo al volante de un Alfa Romeo de fabricación italiana.
Según relatos
de la época, Hitler había ordenado claramente que :”Una victoria alemana sería imprescindible
“ . Lo cierto es que Nuvolari no acató las ordenes y en una dramática última
vuelta al trazado de 174 curvas y poco más de 28 kilómetros, Tazio
le arrebato la primera colocación al favorito y casi héroe nacional Rudolf
Caracciola en el Mercedes Benz .
Por
aquel entonces la revista Motorsport recordó en sus líneas el silencio
sepulcral al momento de la culminación
de la prueba. Nadie se movió de sus lugares y esperaron un momento hasta
asimilar lo irremediablemente acontecido.
Tal fue
la sorpresa, que en la ceremonia de premiación no tenían el himno italiano,
pero Tazio Nuvolari fue ovacionado de
igual manera.
Lejos
de las muertes absurdas que produjo el holocausto (con el respeto que se
merecen los acontecimientos), vale una cuota de desafío e irreverencia ante el poder y la soberbia. Tal vez Tazio fue uno de los
pocos hombres que pudo lastimar el ego del monstruo, hacerlo subordinar aunque
sea unos minutos y ante la mirada de las casi 30.000 personas que se encontraban
en Nurburgrin el día que un piloto le ganó al nazismo.
naZismo!!!!!
ResponderEliminar