(Motociclismo)
por: @tbolano
La referencia a nivel internacional y en el campeonato mundial les cabe a
tan sólo 4 pilotos: Benedicto “Chiche” Caldarella, Hugo Vignetti , Guillermo “Willy”
Pérez y el más contemporáneo, Sebastián
Porto. Pero en distintos contextos, uno
de ellos se destacó iniciando su periplo mundial a la edad de 28 años (edad que
en la actualidad es plausible para el retiro de la actividad profesional).
Nacido en la Ciudad de Azul (Provincia de Buenos Aires) el 5 de Mayo de
1948, y afincado en la ciudad de La Plata tiempo después, Guillermo “Willy” Pérez comenzó su incursión en el motociclismo a los 12 años. Inicialmente sobre trazados de
tierra y luego experimentó el novedoso asfalto, que por aquellos años no abundaba.
Ese bagaje le sirvió para participar en lo que fue su primer desafío
internacional, abriéndole las puertas para soñar a lo grande con Europa.
BAUTISMO INTERNACIONAL
“Mi primera presencia internacional fue en
San Carlos (Venezuela), a la cual
llegué por mis propios medios. De los 5
argentinos que participamos, fui el único que logró conseguir puntos en esa
carrera. Eso me aseguró la inscripción en el
resto del campeonato”, recordó Willy.
Sus incipientes logros le sirvieron como disparador para pensar en una futura
participación en el viejo continente.
“Estaba por cumplir los 29 años y un
empresario argentino me ofreció ir a Europa. `Andá y fijate que hace falta para montar un gran
equipo, para que después podamos mandar a alguien más con el apoyo nuestro´ me
dijo. Viajé y empecé con la búsqueda. Lo cierto es que ahí me quedé, “tirado” y sólo, sin apoyo y sin
nada”, agregó melancólicamente el azuleño.
Ese trago amargo lo transformó en un nuevo hombre, quien había atravesado
un sinfín de problemas y que pudo superar los duros escollos con el transcurso
de los meses.
Ya de regreso en la ciudad de La Plata, y gracias a la ayuda del piamontés Virgilio Torttone, Pérez le hizo un
ofrecimiento a la marca Zanella
Argentina para conformar un
equipo de competición. El proyecto daba
cuenta de la participación en la
categoría menor del campeonato mundial (125Cc), ofreciendo para el armado de la
moto su propio taller de la calle 122 entre 39 y 40 en la ciudad de las
diagonales.
La respuesta no tardó en llegar y 24 horas después se sellaba el acuerdo
para poder participar en la temporada de 1984. Esta vez, como piloto con moto
oficial.
Sobre el linaje que bastó para que Zanella no dude en ser parte del proyecto. “Yo había
ganado 3 Olimpia de Plata, conocía los circuitos internacionales y sobre todo,
había conocido como es que se construían las motos en el campeonato mundial”,
manifestó Willy.
Zanella construyó en su fábrica con materiales de motos de calle, 105 tipos
diferentes de relaciones de cambio proyectadas por el mismo piloto. Pese a no
tener ni tiempo ni materiales para que esos elementos fuesen más ligeros, lejos
de una buena performance y calidad, la
iniciativa sirvió para darle forma al
proyecto.
El carter era fundido por Ferrari en Italia; el cigüeñal estaba hecho en
Alemania, al igual que los pistones. Los cilindros eran argentinos, al igual
que las tapas de cilindro, las cajas de cambio y los embragues. La electrónica estaba confeccionada por un
amigo de Willy técnico de la NASA (En
Holanda). Sobre las llantas, frenos
y carburadores se utilizaron los de uso
genérico en el campeonato mundial.
“No tenía sentido idear un proyecto de moto de competición y ponerle mi
propio apellido, porque ciertamente no
me servía económicamente. Yo necesitaba
despegar y tener un respaldo. Con el departamento técnico de Zanella pudimos realizar estudios y hacer
mezclas para fundiciones más livianas y resistentes”, explicó el ex piloto.
El argentino se encontró durante aproximadamente 3 años en total soledad.
“Fui piloto, mecánico, ingeniero de pista, mi propio chofer para trasladarme a
los circuitos y hasta mi enfermero para curarme cada vez que me caía. No me
acuerdo haber hablado con alguien en todo ese tiempo“, añadió Pérez.
“El primer año fue vivir una experiencia totalmente desconocida. No
entendía que la gente que participaba podía hacer ciertas cosas que luego
lograba, mientras que yo lo intentaba y no lo podía conseguir. No estaba
convencido de seguir, pensé en algún momento que estaba perdiendo el tiempo.
Ese replanteo fue casi constante, teniendo en cuenta no sólo la inversión
económica, sino la afectiva y familiar que verdaderamente era muy importante”, reflexionó realizando
ademanes.
FRUTO DEL TRABAJO
Tiempo después, el piloto argentino ya contaba con un asistente y mecánicos
para afrontar cada competencia. El desarrollo de la “Zanella 125 Gran
Prix” comenzaba a mostrar sus virtudes,
fruto del trabajo artesanal que Willy le dedicaba a su moto.
“Técnicamente nos posicionamos dentro de las primeras 5 mejores marcas del
campeonato mundial. Nos faltaron otras cuestiones, como el apoyo oficial de las
cubiertas. Recuerdo una carrera en Spa Francorchamps (Bélgica) en la que había
pedido el mismo juego de gomas que en la carrera anterior (en condición de piso
mojado que había sido en Italia). Me habían gustado y le habían calzado bien a
la moto, pero ellos me contestaron que ponga la que me habían dado y si no me
gustaban, que las deje” manifestó el ex
piloto al recordar cuáles fueron las complicaciones que imposibilitaron obtener
mayor competitividad.
“TAL VEZ PODRIA HABER PELEADO POR EL
CAMEPONATO DEL MUNDO”
En el repaso por su carrera, Pérez deslizó cuáles fueron los factores clave
que lo podrían haber catapultado al soñado título: “La verdad que no me
asustaron mis oponentes. Aprendí que la
forma deportiva pasaba por el entrenamiento físico y que las condiciones para quedarme se fueron
revirtiendo”.
También se refirió al contexto y las condiciones de sus competidores. “En
cuanto a la performance de los otros pilotos, se tiene que pensar en que mucho se debe a las condiciones y la posibilidad técnica que los
hace brillar para poder estar ahí adelante”.
Por otro lado, argumentó cuál fue el
factor decisivo que le impidió alcanzar el anhelado campeonato: “Yo creo que al
final de mi carrera, tenía ese medio técnico, tenía una moto brillante, pero ya
me encontraba en el declive deportivo con casi 39 años. Tal vez podría haber llegado a pelear por el
campeonato del mundo”.
“EN AQUEL MOMENTO EL EQUIPO ERAN
ALGUNOS ASISTENTES Y TODO LOS DEMÁS ERA
WILLY PÉREZ”
“Para llegar a Europa, había menos exigencias económicas, e inclusive se podía suplantarlo con el sacrificio.
Actualmente no se puede hacerlo del mismo modo, el dinero es un factor crucial.
Es muy costosa la inscripción además de tener que presentar la infraestructura de un team , el semi, el
jefe de mecánicos. Yo en aquel momento
contaba como equipo a algunos asistentes
y todo lo demás era “Willy” Pérez .
Recién después de algunos años comencé a sumar más gente a mi entorno y
así encontrar mi lugar en Europa”.
SU MEJOR CARRERA:
En su recorrido por las pistas más importantes del mundo, el azuleño
recordó con orgullo cuál fue su mejor actuación.“La mejor carrera que creo
haber corrido en Europa fue la que ganó Ángel Nieto con una diferencia de un segundo y fracción
en Silverstone de 1983. Llegué cuarto y podría haber ganado. No lo hice
por mi inmadurez, y por supuesto, porque Nieto en esa carrera lograba su 13º
campeonato mundial “, destacó.
“Yo no estaba acostumbrado a estar en el lote de Nieto, ni él en tirar conmigo.
Al estar en ese lugar se puso a mirar que era lo que yo podía hacer desde
atrás. Si yo estaba segundo él estaba tercero y si yo estaba tercero él se ponía cuarto, pero siempre me observaba.
A mitad de carrera en una de las rectas rápidas me pasó, se puso adelante
y me frenó 50 metros antes de donde él
me había visto que yo frenaba, y claro… me despatarré y casi me lo llevó por
delante. El aceleró y se me fue con el grupo que íbamos tirando”, explayó
Pérez.
“Luego de unas vueltas llegué nuevamente a la cola del lote en el cuarto
lugar, los pasé y tomé la punta. ¡Grave error! ¡Cómo iba a agarrar la punta yo
que era una desgraciado!” recuerda Willy
Pérez con mucho entusiasmo la gran
oportunidad que pudo ser y que
finalmente no fue.
LA SENSACIÓN LUEGO DE ARRIBAR EN EL
3ER PUESTO EN EL GRAN PREMIO DE ARGENTINA DE 1982 POR DETRÁS DE ANGEL NIETO Y
RICARDO TORMO.
“Recién pude darme cuenta de lo que había conseguido cuando me bajaron la
bandera, y más aún cuando me saqué el casco. El inicio había sido muy malo; en
la primer vuelta pase 26, en la segunda 16 me parece… y después empecé a
escalar. Yo había puesto un moto que tenía el régimen demasiado alto, un poco
más corto de multiplicación y cuando íbamos en la recta de abajo del autódromo
de Buenos Aires (circuito Nº 10) tenía que levantarme para que mi cuerpo haga
un poco de resistencia para no llegar al corte. Fue ahí cuando vi la
posibilidad, faltando una vuelta para finalizar, de que si me tiraba llegaba
muy cerca en la recta de abajo, y ellos venían cansados. En la anteúltima
vuelta los pasé en el fondo de la recta
a los dos juntos a Winguer y a Palasese, finalizando tercero. Había 45.000
personas y tardé bastante tiempo en darme cuenta de la alegría de todos. Me
había prometido que si me subía al podio iba a ir a pie a Luján, y finalmente
tuve que ir!”.
LO PEOR Y LO MEJOR DE SU CARRERA
DEPORTIVA
“No haber empezado antes a correr, ya que comencé en Europa a los 28 años.
Creo que fui rápido arriba de la moto. Tal vez menos pensante y menos técnico,
pero muy veloz”.
¿CUAL ES LA GRAN DIFERENCIA QUE
TIENE HOY ESPAÑA CON ARGENTINA EN RELACION A LA FORMACIÓN DE PILOTOS?
Guillermo Pérez expresó cuáles son las características de ambos países en
el trabajo de preparación y formación de pilotos de elite. “España se lo ha
tomado demasiado en serio desde que los chicos nacen. Algunos son estimulados
tempranamente por los padres para que suban a una moto a los 2 o 3 años .
Además, tienen motos especiales y a medida para diferentes edades. El padre de
Jorge Lorenzo, por ejemplo, es uno de los que tienen escuelas no sólo en
España sino en otros países como Panamá,
República Dominicana y México,
tanto para niños como para jóvenes. Márquez y Lorenzo son un claro producto de
esta forma de trabajar”, expresó.
Es así que transcurrió a la entrevista, entre motos como no podía ser de
otra manera, nuevas , usadas y las más preciadas de ellas reposando en una
habitación separada con una inmensa
carga histórica que las tuvo como protagonistas en los circuitos del campeonato
Mundial. Las 2 zanella Gran Prix de 125Cc y su jinete que cada tanto ….pasa del otro lado de la puerta para verse las caras y así recordar parte de la historia que echó raíces identitarias en nuestro
motociclismo nacional y desde ahí al mundo.
Nunca fui un seguidor del motociclismo, si recuerdo muchos nombres como el de Willy, pero no su performance; la verdad que me encantó lo bien lograda como está escrita. Es una de las tantas historias de nuestra gente, donde puso todo lo suyo; sin que, quienes debieron interesarse ni siquiera se dieron por enterados. Tarde Willy, pero mis felicitaciones.
ResponderEliminarNunca fui un seguidor del motociclismo, si recuerdo muchos nombres como el de Willy, pero no su performance; la verdad que me encantó lo bien lograda como está escrita. Es una de las tantas historias de nuestra gente, donde puso todo lo suyo; sin que, quienes debieron interesarse ni siquiera se dieron por enterados. Tarde Willy, pero mis felicitaciones.
ResponderEliminarHector Coello
ResponderEliminarYo recuerdo bien a Willy Perez, y de ver fotos suyas en los concesionarios o talleres de moto, en particular una que en el campeonato del mundo termino 6º, una cosa que me impresionó, siendo piloto se lo que es ir a luchar con armas en desventaja.
GRANDE WILLY