Por: Leandro Bolano
“El 90% de la gente ya
no quiere creer más en mi” confesó Felipe Massa a
principios del mes de enero. Aunque no quiere hacer evidente la presión que
ello significa, la
gran distancia que existe entre lo que se dice y lo que realmente se siente,
termina por lo general produciendo un desgaste mental letal a la hora de hacer
valer un lugar en una de las butacas más importantes de la F1.
Para el mes de Agosto de 2012, la revista especializada “Autobild” (España) se hacía eco de las
supuestas declaración del Director deportivo de Ferrari Stefano Dominicali,
donde confirmaba la desvinculación del piloto paulista de la escuadra Roja.
Nada parecía ser extraño entre lo que se pensaba en
voz baja y la polémica que se instaló. Sin comprobación fehaciente, los días
fueron pasando y una leve mejoría en el rendimiento de Massa en ayuda para que el español Fernando Alonso
pueda conseguir su tercera corona, aplacó
los ánimos en Ferrari.
Finalmente, el equipo con sede en Maranello,
confirmó su fichaje para el segundo monoplaza
a su favor y con ello la continuidad en lo que será su 7ma temporada
siguiendo con su papel de segundo piloto.
Pero… ¿Cuánto pesan las
declaraciones de Dominicali en la performance del Felipe, en razón de hacer pública las discusiones internas para aprobar un
nuevo contrato? “Soporté mucha presión por la continuidad de Massa" declaró
poco después de la firma del contrato, mucho más aún con la carga de éste, por
no ser consecuente con los logros obtenidos por Fernando Alonso quien demostró
ser mucho más eficaz que Felipe y su propio equipo durante toda la temporada
2012.
El 16 de Enero
y en ocasión del “Wrooom 2013” en el ya tradicional espectáculo en “Madonna di
Campiglio” Dominicali, sentenció: “juntar
a dos 'número uno puede ser más perjudicial que beneficioso” en respuesta a la
posibilidad de que el alemán Sebastian Vettel pueda en un futuro ocupar la segunda butaca del
equipo.
Con esto, y en otras palabras, excluyó a Felipe del exclusivo espacio que significa ser
considerado un numero 1, tal vez allanando las posibilidades de su propio deseo
de obtener un campeonato mundial en
virtud de aquel, que solo saboreó por 15 segundos en la dramática final en el
GP de Brasil en 2008, donde finalmente
se alzó con la corona el Ingles Lewis
Hamilton.
Con el espíritu renovado, veremos que tanto empuje le darán sus propias
palabras que expone a viva voz “Yo
creo en mi, sé que puedo ser Campeón”, o si solo es el alivio de contar con un nuevo
contrato en el cual deberá apostar su última carta, para conseguir la gloria
inconclusa o su desvinculación definitiva
en el equipo en el que pudo y aún
puede hacer historia.
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