(Opinión)
Lo que dejó la Fórmula Uno en Malasia, fue un poco más que una simple
carrera. La avaricia y el desencanto fueron los actores principales que agregaron el condimento justo para
debatir durante tres semanas, hasta la llegada a China.
Me voy a centrar en la polémica Red Bull, dejando para días posteriores lo ocurrido
también en el equipo Mercedes.
Lo real y concreto, es lo que se pudo ver y escuchar en vivo y en directo,
no habiendo posibilidad de subjetividades que enmascaren la propia verdad.
Sebastian Vettel, confrontó con su compañero de equipo Mark Webber, y
batallaron por el máximo escalón del podio. Hasta ahí todo bien, pero las
prioridades que planteó el equipo Red Bull desde los Pits, fueron claras y
concisas ya que en un arreglo tácito, la última parada
en los boxes ordenaría las posiciones finales de acuerdo a como quedaran hasta
ese momento en la pista.
El giro 43 fue
en el que Webber, mantuvo la punta por solo unos metros de ventaja en la salida
de los Pits, mientras que Vettel, quien transitaba el último sector de la recta
principal se encontró con el auto de su compañero en medio de la curva 1.
A pesar de los
variados mensajes del equipo, con el fin de contener el deseo incontrolable del campeón mundial de ir en busca de la punta. Vettel
hizo caso omiso y como un animal salvaje, se dejó llevar por su instinto de
ganador nato, dándole lucha cuerpo a cuerpo a su compañero de equipo, el cual
no tardo en defenderse.
El paso estaba
dado y no existe la posibilidad de borrar lo sucedido. La maniobra fue premeditada
y llevada a cabo con la precisión de un bisturí.
En el podio, se
vivieron momentos difíciles de sobrellevar. Vettel con la culpa que cargó por
desobedecer las órdenes de su equipo y Webber con la vergüenza ante el ridículo
por tener que "blanquear", que por orden de la superioridad el debió ganar sin
importar las condiciones de su rival.
"Me
equivoqué. Me encantaría tener una buena excusa para lo que hice, pero no es
así. Puedo entender la frustración de Mark y que el equipo no esté contento con
lo que hice. Les debo una explicación, a él y a todo el equipo. Trataré de
explicarme más adelante. Hemos hablado sobre esta situación muchas veces y
sobre lo que haríamos cuando pasara, y hoy pasó. Tuve que haber hecho caso
cuando me dijeron que entrara a boxes” argumentó Vettel sobre su actuación.
Sabiendo de las consecuencias, decidió ir por todo y especular con
que nadie lo recrimine. “sabiendo cómo son los neumáticos y sin saber hasta
cuándo durarían fue un riesgo muy alto ignorar el mensaje para realizar mi
segunda parada. Podríamos haber terminado luchando por la octava o novena
posición después de destrozar los neumáticos en esas vueltas. Me impuse a
una decisión del equipo, y eso estuvo mal. No quería hacerlo y me disculpo.
No estoy contento de haber ganado, cometí un error y, si pudiera volver atrás,
lo haría". Agregó el alemán.
Quien mostró su enfado sin disimularlo, fue el australiano, aunque nadie pudo poner
en su boca lo que nunca dijo. La comunicación no verbal se hizo tan evidente
que hasta se pudo notar los puntos y las comas
en su rostro.
El portal Auto sport dejó deslizar una
información de primera mano, donde daba cuenta que Webber estaba tan enojado
por lo sucedido con su compañero, que en
un principio no quiso formar parte de la
ceremonia del podio, aunque luego fue convencido y el australiano salió a buscar
su trofeo.
Algunos
minutos más tarde el mismo Webber se ocupo de poner paños fríos, refiriéndose:
“Durante las últimas quince vueltas estuve pensando en muchas cosas, pero
estoy contento con la forma en que conduje”. También añadió: “obviamente
no estoy satisfecho con el resultado. Esto enojará a mucha gente y, por
desgracia, no hay un botón para volver atrás. Sé que la gente quiere emociones
después de estas situaciones y están ahí, pero hemos de mantenernos fríos.
Ahora hay tres semanas hasta la siguiente carrera, así que tenemos tiempo de
trabajar en más cosas".
Entiendo
que el mismo Mark, aunque quisiera, no puede demandar mucha más atención que la
que posee dentro del equipo. Vettel les proporcionó 3 campeonatos y siempre
demostró que indiscutiblemente es el piloto Nro.1 de Red Bull y que también es
el único entre ambos que es capaz de mantener la performance de manera regular, para ir en busca de la
cuarta Corona.
Con
esto, quiero decir que al equipo, le molestó más la actitud de no obedecer a
sus responsables que lo hecho a Webber.
Si
el australiano hoy se encuentra dentro de la escudería austriaca, es porque
teniendo la puerta abierta para ir en busca de otro equipo, aceptó seguir
oficiando de escudero.
Bernie
Ecclestone, afirmó: “Si Webber se hubiera ido de Red Bull, Hamilton habría
ocupado su lugar” por lo que se terminó de entender el por qué no se pudo
contar con el inglés dentro de la escudería del energizante. No encontrando el espacio, Lewis emigró a
Mercedes y Mark se quedó sin que lo echen. Este argumento habla de lo que
intento decir… Webber quedó en el team sin respaldo concreto.
Otro
tema que se desprende de lo sucedido, es que con esto, Adrian Newey, Christian
Horner, Y el mismo Helmut Marco, pueden ratificar que tienen en sus manos al
piloto más voraz, egoísta y obsesivo (Vettel) , el cual propone en su entorno el trabajo y el umbral de la perfección para que él mismo
pueda ejecutar de manera precisa las bondades del RB9.
Sinceramente,
no creo que este tema se dilate. Cada uno de los actores sabe quién es quién y
para que la lógica esté del lado de Webber, éste deberá combatir contra Goliat
en iguales condiciones y con el “mismo “instrumento.
El escándalo
pone a Mark, en un plano de relevancia
que seguramente el nunca quiso. Ahora y a partir de lo sucedido tendrá dos
opciones, intentar ser el mejor de los dos o simplemente dejar que el tiempo
pase y que todo quede en un dato anecdótico.
Me ha gustado mucho toda la información que nos muestras y la forma de escribirla. Enhorabuena! Si te apetece echar un vistazo a mi blog, estás invitado a leerlo, comentar y debatir.
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@NatxoVillar