(Fòrmula Uno)
@tbolano
La
victoria de Sebastian Vettel y Ferrari
se debe analizar desde la clasificación del día sábado, donde con oficio el 4 veces campeón de la categoría
se ubicó en el segundo lugar de partida
con piso húmedo.
El factor
climático que por lo general achica las brechas entre los autos rápidos y los
no tan rápidos hizo pensar que el 2do puesto de Vettel no fue más que una ocasión
bien aprovechada por el alemán, pero un día después ratificó con un triunfo
obtenido colectivamente entre piloto/ingenieros/mecánicos trabajando
armoniosamente para llegar al resultado deseado peri a su vez impensado en
condiciones normales.
El
resultado final de la competencia del día domingo es fruto de la rápida resolución del equipo
que mantuvo al alemán en pista cuando Mercedes llamó a sus 2 pilotos a la zona
de pits para un cambio prematuro de neumáticos.
Hamilton
voló en cada giro, pero Vettel desfasó
cada ataque de Mercedes dejándole entre medio a otros oponentes que
favorecieron mantener una diferencia clara y sin mayores sobresaltos.
Carrera
ganada con la táctica y no con estrategia. Mercedes sigue siendo más veloz,
pero el domingo Ferrari pensó y resolvió
mejor.
No
caben dudas de que los de Maranello trabajaron a destajo a las órdenes de Maurizio
Arrivabene (máximo responsable de
Ferrari en la F1) quien se coloca como un gran administrador del equipo,
donde todo salió mucho mejor que lo estipulado con una ganancia de 25 puntos para Vettel + 12 para Kimi Raikkonen
quien había quedado último al inicio del GP y finalmente metió a la otra
Ferrari en el 4to lugar final.
El
potencial de Mercedes está intacto y tal vez el resto de los equipos trabajaron
para acortar la brecha hegemónica de 2014, pero los de Stuttgar dan la impresión
de tener mucho más de lo que muestran y que lo sucedido en Malasia no fue más
que un error de cálculos.
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