por: Miguel Colazo
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| Tom Blomqvist |
Una cosa que siempre escuché a lo largo de mi
vida es que “lo que se hereda, no se roba” y creo que es verdad, aunque día a
día se afianza por un lado y se derrumba por otro la influencia específica de
la herencia en la conducta de los seres humanos.
Por ejemplo, la búsqueda de factores genéticos
particulares en ciertas enfermedades mentales, en especial las psicosis
crónicas, avanza, pero…..todavía siempre queda siempre un pero en el medio. ..
En el automovilismo hemos visto muchos casos de
corredores de autos que siguieron la tradición familiar, en la Argentina el más
notable es el de los Risatti, de Laboulaye, Córdoba, que llevan cuatro
generaciones consecutivas de pilotos que arrancaron allá por los años 50 con Ricardo
Risatti, siguió luego en los 60 con el “Kelo” Jesús Ricardo, posteriormente Ricardo
y por último “Caíto”.
En fin, en todas las categorías y en todas las
latitudes del mundo hay ejemplos para tomar al respecto. Pero, a lo que yo me
quiero referir ahora es a dos chicos jóvenes que vienen abriéndose paso en el
muy difícil y competitivo mundo de los monopostos internacionales, es decir el
camino sinuoso y tortuoso que lleva algún día a la Fórmula 1 a unos pocos
elegidos, dos muchachos que tienen la particularidad de ser hijos de ex
campeones del mundo de rally, que incluso fueron contemporáneos.
El españolísimo, gallego madrileño enserio Carlos
Sainz, al que muchas veces vimos correr y ganar en la Argentina y en el resto del
calendario de su especialidad, siempre brillando en los más altos niveles, tanto
del rally clásico como del rally raid, tiene a su hijo Carlos Sainz Jr involucrado
en un proyecto a futuro de pista, que empezó tempranito por el karting, como
todos los que quieren llegar a ser grandes volantes de monoplazas. Carlos Sainz
Jr viene mostrando muy buena pasta entre todas lasvoluntades que apuestan a
transitar dicho sendero, largo, lerdo y perezoso.
No voy a hacer un análisis cronológico de sus
pasos, pero los mismos han sido muy bien encaminados y hoy por hoy es, junto
con el portugués Antonio Félix Da Costa, uno de los jóvenes pilotos incluido en
el programa de Red Bull, lo que significa una carta de presentación excepcional,
pero una exigencia también fuera de serie, porque ahí te destacás o te destacás,
o te volvés a tu casa o a algo más modesto.
Sainz Jr luego de actuaciones sobresalientes en
divisiones inferiores, no ha tenido este año una buena temporada en la Fórmula
Renault3.5, donde tiene que enfrentarse con pilotos de reserva de equipos de la
F1, caso del belga Stoffel Vandoorne, que viene haciendo su aprendizaje bajo el
apoyo y la batuta del equipo McLaren.
Es más, me pareció leer en el facebook una
opinión de un amigo de Thomás Harpe, cuando este anunciaba el próximo ensayo de
estos jóvenes bajo la mirada de los directores de los teams de F1,que el
español era poco menos que un peligro en la pista. No obstante lo cuales una
carta abierta y su futuro está en juego.
En cuanto a Tom Blomqvist, hijo del famoso Stig,
ganador del Rally de Argentina de 1984 con el Audi y campeón del mundo de la
especialidad ese año, también viene haciendo muy bien las cosas y todavía está
en el ámbito de la F3.Es más, este fin de semana en el Norisring ganó una de
las dos pruebas en las cuales participó, lo cual demuestra que su nivel es muy
prometedor y que por un tiempo habrá que seguir considerándolo como una
esperanza en el horizonte que se ve venir.
Creo que si cualquiera de estos dos boys hubieran
querido correr en Rally, con la sola presentación de sus padres hubieran tenido
abiertas todas las puertas. Ellos venían con herencia de rally en sus venas, en
su sangre y en sus genes. Pero, la genética propone y el hombre dispone,
optaron por la pista, ahí donde sus ancestros pueden ser una referencia importante
para los periodistas especializados, pero no mucho más.
Y ambos vienen con todas las ganas de subir y
subir. Claro que son muchos los que van por la misma senda. Pero, por las
dudas, habría que ir teniendo en cuenta a estos dos hijos de rallistas que optaron
por la pista.-
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