(Informe Motociclismo)
por: @Tbolano
El motociclismo de elite está compuesto por dos factores primordiales,
máquina y piloto el medio y el mediador entre la mecánica y el asfalto del trazado, que ciertamente llegan a amalgamarse con el
tiempo para fundirse en un sola noción… excelencia.
La diversificación cultural es lo que hace a los habitantes del globo
distintos e incomparables. Las
costumbres y los rituales diferencian a unos de los otros. En términos
deportivos y específicamente puntualizando nuestra mirada en el motociclismo de
elite, solemos ver en la actualidad una buena cantidad de españoles e italianos
en los principales planos de protagonismo. ¿Por qué?
Argumentar tales hechos concretos
que la contemporaneidad nos ha propuesto, me catapultó a buscar una
respuesta en el pasaje histórico de este
fenómeno, encontrando como punto de partida a Italia y España (ambas
nacionalidades) como los semilleros de grandes campeones mundiales.
Las escuelas de Minimotos es sin
lugar a dudas el punto de partida, si tomamos como ejemplos a Valentino Rossi, Jorge Lorenzo, Dani
Pedroza, Marc Márquez, Marco Simoncelli, Manuel Poggiali, Nico Terol, Matias
Passini , Andrea Dovizioso y tantos
otros que se muestran o mostraron sentados
en el sillín de sus motos una
indisoluble silueta hombre/máquina que asimismo se retroalimentan para moldearse
como efectivos luchadores en contra de
la gravedad rompiendo muchas veces las leyes de la física.
Casi increíblemente los pilotos comienzan la formación a los 2 años de edad
acompañados de sus padres y a partir del primer día tienen la presentación
oficial con quien será su compañera en un deporte “individual” pero que se
puede ampliar el concepto a “colectivo”
si consideramos la adaptación y comunión que debe haber entre
el niño y la moto .
Dos de los grandes referentes de la docencia son el español
José Manuel “Chicho” Lorenzo
(padre de Jorge Lorenzo #Moto GP) y el
italiano Luca Pasini (padre de Matías Pasini #Moto2) quienes tienen entre sus logros
laborales el haber formado campeones del
MotoGP que pasaron por la escuela de las minimotos como antecedente para reforzar la hipótesis de pericia
adquirida y performance pulida en el tiempo.
España se transformó en la meca del motociclismo, siendo éste país el
más interesado con relación al resto
en promover un deporte con fuertes rasgos identitarios desde la
península ibérica hacia al mundo y donde Italia por su lado, también aporta a las divisionales del
campeonato mundial los mejores
referentes siendo estos dos países los lideres en formación de nuevos
talentos a la hora de debutar en competencias de alto rendimiento.
Paradigmáticamente “Chicho” ha comentado que su hijo Jorge Lorenzo, sacó su licencia
para manejar motos en España hace tan solo 3 años y luego de conseguir su
primera corona como campeón del mundo de la categoría reina de motociclismo
mundial. “A Jorge le provoca miedo
circular en moto en las calles ya que no siente la seguridad que le aportan los
circuitos” agregó su padre.
De alguna manera se desprende que pilotar deportivamente una moto, tiene
como eje fundamental de la educación la
seguridad, siendo esta la más importante
en un deporte de alto riesgo.
Por su lado el italiano Luca Pasini
se deja ver en las redes sociales y en
cada fin de semana trasladándose a cualquier parte de Italia donde el
campeonato de minimotos lo demande acompañado en todo momento por un puñado de
niños que tal vez, quien sabe, mañana serán los referentes del más alto nivel conductivo.
Esta modalidad de enseñanza a temprana edad
ya comenzó a correrse del eje natural y son muchos los países de América
latina que poseen este tipo de educación conductiva, posibilitando así obtener
en el tiempo nuevos pilotos que representarán los colores e insignias de cada nacionalidad.
Identidad, historia, globalización y resignificación son algunos de los conceptos y
tópicos que engloban al deporte motor en dos ruedas en
las escuelas de minimotos, para así seguir distinguiéndose entre los buenos y
los excelentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario